viernes, 29 de noviembre de 2013

Corazón roto


Era un martes 20 de octubre, una noche tranquila en el hospital en el que Fernando Flores, médico cirujano, trabajaba de Lunes a Viernes en el turno nocturno.
El Dr. Fernando Flores se encontraba en su consultorio, esperando a que alguna consulta, por más que las odiara, llegara a aquella noche tan vacía, tan sola. Pensaba en lo que haría por la mañana al salir del trabajo, en lo que le hacía falta por comprar, si los gatos habían sido alimentados ya, si no había olvidado sacar los platos del lavavajillas, trabajo aquí, trabajo allá. Palabra tras palabra, acción tras acción, brotaban en su pensamiento cuando la bocina del teléfono sonó, una, dos, tres veces antes de ser contestada. Uno a uno sus pensamientos quedaron en el olvido.
Doctor, dijo la voz agitada de una enfermera, se necesita su presencia en la sala de urgencias, colgó. Fernando Flores se colocó la bata, salió a toda prisa, pasó el área de consultorios, bajo escaleras, baños, derecha, izquierda, izquierda de nuevo, leyó: Urgencias, entró.
 Un joven de 17 años estaba recostado en una camilla, ¿Qué sucede?, llegó con presión baja y está sudando, no sabemos qué es. El joven deliraba, decía algo en susurros débiles, lo miró, tenía los ojos cerrados y la cabeza girada hacia la izquierda, su cuerpo bañado en sudor temblaba bruscamente, creemos que es un pre-infarto, dijo la enfermera.
 Fernando Flores comenzó a hacer un chequeo de aquel cuerpo pálido, su respiración era estable, temperatura de 37 grados, normal, pupilas se dilataban con la luz, normal, la frecuencia era normal, 70 pulsaciones por minuto, era claro que no podía ser un fallo cardiaco. Tomó su estetoscopio y dudosamente lo llevó al pecho del muchacho, no había latidos, no lo creía. Tomó uno diferente, lo acercó de nuevo al pecho, nada, imposible. Desesperado le hablo, le repitió el nombre que aparecía en la credencial escolar que yacía en su cartera, pero no dejaba de susurrar aquella palabra que era difícil de entender, estaba vivo, respiraba, hablaba en susurros, pero su corazón no latía.
Fernando Flores no sabía, no entendía, no comprendía que aquellos susurros eran un nombre, una persona, una sonrisa, una historia y una voz. Aquellos susurros eran precursores de un amor inexistente, de un olvido, de dolor. Creadores de un corazón roto que dejo de sentir, de amar y de latir. 

sábado, 23 de noviembre de 2013

Incubus

Ella lo conoció en algo parecido a un sueño. Parecía perfecto para pasar el resto de sus noches a su lado, perfecto para no estar sola nunca más. Él era algo prohibido, algo que ella debería tener, había jurado nunca estar con un hombre, pero el constantemente aparecía por las noches intentando seducirla con palabras y caricias.
Noche tras noche, él surgía de un mundo de sombras con su mejor cara, acercándose lentamente hacia ella, dándole algo que jamás tendría por su cuenta. Día tras día, ella soñaba con la obscuridad, esperaba con ansias el atardecer para dejar que la noche la envolviera y desaparecer. Nadie sabía que estaba pasando y a nadie le importó.
Ella seguía teniendo estos encuentros con aquella imagen, con aquella sombra que nunca nadie vio. Ella prefirió sumergirse en el mundo de sus sueños y quedarse ahí.

Así fue como la Madre Inés quedó en estado de coma.

martes, 12 de noviembre de 2013

Sinceramente no recuerdo cuando escribí esto

Te veo.
Me ves.
Decidido me acerco, lentamente, como si dudara en hablarte o no. Tú pareces feliz al ver que me acerco, sonríes. Una emoción recorre todo mi cuerpo, desde los pies hasta mi cabeza, y siento como poco a poco, parte por parte, mi piel comienza a enchinarse.
Llego hasta ti.
Te tomo de la mano y tú sin dudarlo enredas tus dedos con los míos, sintiendo mi piel, la acaricias. Caminamos en dirección a la salida, yo siendo el guía, tú siguiendo mis pasos. Salimos de aquel lúgubre lugar. Tu vestido dorado resalta con las luces de los faros de la avenida y yo pienso que te ves hermosa. Eres hermosa. Parece un sueño, pero no lo es, tú decidiste estar aquí, conmigo, a mi lado, siendo mi musa. Me detengo bajo aquella luz, te veo a los ojos, negros como la obsidiana, como la noche; llevo mis manos a tu delicada cara y lentamente te beso en los labios.
Los labios más suaves que jamás he probado, los más rojos que en mi vida había visto, los más dulces. Tus labios.
Te abrazo.
Me abrazas.
De repente, en un soplido mi corazón habla, mi mente calla, mi cuerpo se envuelve en tu piel y en el espacio, pero caigo, mi cuerpo se derrumba ante ti y sin piedad desmoronas mi alma.
El aliento me falta.
El alma se desprende.
La mente se calla.
Tú me faltas.
Me quedo callado, me quedo parado, veo tu sombra, veo la distancia, veo aquella mirada de culpabilidad, de lástima. Caigo entre la noche, entre la oscuridad, me envuelvo entre soledad y entre los sentimientos que sentí.
Miro como sonríes con cierta maldad, con cierta diversión.
Observo a lo lejos como llevas como premio, mi apenas palpitante corazón, ahogado en suspiros, ahogado en palabras.
Me retuerzo de dolor, me llevo las manos al pecho, porque ahora hay un hueco, ahora está vacío, hay un agujero  donde cabe mi mano, donde ya no hay alma.
Despierto.

martes, 29 de octubre de 2013

Una canción

Esta es una canción improvisada
que te llene de amor
como con una mirada
Que te haga volar
pero no cambiar.
Y sonrías a causa mía
cuando la leas todos los días.
Tal vez repitas el coro
por ser tan pegajoso
o simplemente la escuches
todas las tardes y noches.
Esta es una canción improvisada,
que te llene de amor
como con una mirada.
Una canción escrita
con versos, más no mentiras,
que te hará vivir por las mañanas,
tal vez mientras te bañas.
Esta es una canción improvisada,
o un poema disfrazado
de rimas y palabras
que brotan como agua.

Pero esto es lo que siento,
cada vez que te veo.
Ganas de cantar me salen,
como ganas de besarte.
Escribirte una canción,
aunque carezca de emoción,
aunque se me acaben las rimas.
Por eso quise improvisarla,
para darte una canción imaginaria,
que no es más que un poema,
pero como canción suena.
Y que así recuerdes mis sentimientos,
que por ti nacieron.
Amor y pasión
que se muestran en esta canción.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Escribo desde la clase de música y sociedad

Escribo unos versos, unos versos mientras te pienso. 

Unas alegrías, te pienso con ronrisas. 

Te escribo una canción, unos coros llenos de pasión

Veo pasado y músicos antiguos, pero mi mente siempre está contigo. 

Desde Mozart a Bach, tú aquí estás. 

Escribo desde la clase de música y sociedad, porque siempre en mi mente estas. 













sábado, 21 de septiembre de 2013


Quisiera ser una persona simple,
con problemas simples.

Quisiera ser una persona más sencilla,
que se ría de las cosas pequeñas

Quisiera ser esa persona que se acepta,
que no se queja, que no se atormenta.

Quisiera una persona que en tiempos tristes,
no se rompe como si la vida fuera un chiste.

Quisiera ser una persona fuerte,
que no le teme ni a la muerte.

Quisiera poder decir lo que pienso,
sin tener que callar por el suspenso.

Quisiera dejar de escribir cosas pesimistas,
y callarme con actos altruistas.

Quisiera dejar juntar palabras al azar
pues esto no es algo que valla a pasar.

Another Shit

No espero que me entiendan, no espero que me consuelen, son cosas que me pasan y cosas a las que les temo.
Desde hace tiempo le temo a esto, a veces no puedo evitar hacerlo, pero el quejarme y sentirme culpable viene después, no tiene caso, no tiene caso arrepentirme de algo que ya hice, que no puedo controlar a veces. Sé que está mal, pero ¿Cómo me detengo?, no quiero volver a pasar por lo mismo de hace un año, no quiero regresar a ello, soy fuerte, y estos principios que tengo me dicen que puedo, pero luego llegan días en los que no quisiera esforzarme, en los que no tengo ganas y no sé por qué, en los que no puedo determe y después no puedo dejar de sentirme mal. No me siento bien con esto , el hacer las cosas (o no hacerlas) y después arrepentirme. ¿Cuál es mi problema?

Solo son otras cosas sin importancia, no espero que se compadezcan

sábado, 14 de septiembre de 2013

Noches en vela.

Otra noche más en vela que Fer pasaba, otra noche en vela por culpa del maldito insomnio. Para él las noches se habían convertido en un martirio, en un tormento. Despertaba sudando por las noches imaginando las siluetas de una mentira, las sombras de una historia, las manchas de un pasado. Gritaba desesperado de dolor por aquellas imágenes en su mente, se ahogaba en el silencio de su sufrimiento, se ocultaba entre sonrisas y lo evitaba con desvelos.
Para él su mayor castigo era dormir, no porque no lo necesitara, si no porque le atemorizaba.

Una noche sin más, se quedó dormido.

Again


I remember the day that you told me 

you had enough, 

the way you looked at me 

and walked away. 

I still remember the sound of your voice

when you said goodbye. 

And you are here again. 

Don't let me fall in your tears, 

in your lies,

don't make me believe in you

again. 

I wanted you, 

I loved you, 

now all are broken dreams, 

you wanted to run away

you broke my hopes

and now you are here

again. 

Don't let me fall in your lies, 

in your tears,

I won't believe in you 

again. 

I don't want you to hurt me, 

I don't want you to stay, 

that days are over, 

so please go away. 

Darling, I'm trying to be happy,

you are not the correct place, 

I need time to know what I deserve. 

Baby,  I don't believe in you

I won't fall in your tears, 

I won't fall in your lies

Again. Again. Again. 






viernes, 13 de septiembre de 2013

Y te vas, como esa brisa de aire que nunca estuvo,

como esa sonrisa que de vez en cuando aparece,

como el sol en los días de septiembre.

Te vas, con mis sonrisas y promesas de una mejor vida,

con mis alegrías y mis llantos,

te vas con mis únicas esperanzas.

Te vas, arrebatando lo que me hacia feliz,

te llevas parte de mi.

Se que no es para siempre,

pero esta distancia duele.

La oscuridad y soledad me atormenta,

y tú te marchas con lo que me da fuerzas.


Días (Los poemas de Rodo)


Los días a tu lado son mejor que cualquier día,
No solo por el hecho de que son divertidos,
O porque el tiempo se pasa volando,
Sino porque puedo verte, sentirte y soñarte.

Los días a tu lado, no te puedo mentir,
Son una bendición para mí.
Porque desde que te conocí de felicidad he podido gozar,
Sentir, sonreir, de nuevo vivir.

Los días a tu lado no tienen nombre,
No tienen etiquetas,
Mucho menos tiempo,
Porque los días a tu lado son como este poema:
Inexplicables. 

Espero no te vayas para siempre.


Quisiera hacer algo para no alejarte,

quisiera poder evitar tu partida.

Quisiera poder intentar amarrarte a mi,

o huir juntos a un mundo feliz.

La vida a veces es injusta,

y el que te apartes de mi lado me asusta.

No quiero que me olvides,

no quiero que te alejes,

quiero que a pesar de todo me recuerdes.

Sé que todo marchará bien,

pero tu partida sólo me agobia,

me marca, me duele.

Y ver lo que deja la sombra de tu presencia,

las ilusiones adversas,

las caras largas, las sonrisas esfumadas.

No quiero que te vayas,

quiero verte crecer a mi lado,

crecer juntos como hermanos.

This Happened...

Me siento fuera de lugar, siento que mis intentos fallidos por encontrar a alguien que de verdad sea mi amigo sólo afecta mi estado, tan desesperadamente busco a alguien que me diga lo que quiero escuchar, o alguien que muestre interés por mí, alguien que no sea mi novio claro, y no hay nadie.
Es un sentimiento extraño, te das cuenta que no hay nadie, o tal vez lo hay pero tienes miedo de preguntar, te hundes en tus palabras y pensamientos, te centras en tus nudos de garganta y te enfocas en ciertas personas esperando respuesta, sin tener alguna.
De repente caes en un vacío, nadie está, o no muchas personas, pero esa es la clave... quién de verdad te quiere.
Nunca he sido una persona de muchas palabras, soy más una persona de muchas letras, casi nadie me conoce bien, y si lo hace lleva toda su infancia conociéndome. Prefiero quedarme callada, prefiero observar antes de actuar, prefiero conocer antes de dar a conocer quién soy, mi forma de pensar es extraña, pero es por eso por lo que a veces estoy sola, o al menos eso siento. Día tras día me pregunto por qué no soy como esas personas que pueden llevarse bien a dos días de conocerse, ¿a caso doy miedo? o ¿soy yo la asustada?, pero recuerdo que nunca sabes lo que te puedes encontrar, a veces crees que alguien es tu amigo y un día amaneces apuñalado.
Esto no es una historia melancólica, esta no soy yo sufriendo, es sólo yo meditando.